El clítoris no es solo la parte de la anatomía que se siente como un pequeño botón.
El clítoris está compuesto por muchas partes:
- el glande
- el cuerpo del clítoris
- los cuerpos pareados o crura y los bulbos vestibulares
Partes externas del clítoris
El glande del clítoris es la parte que la mayoría de las personas llaman “clítoris”.
Es la parte externa del clítoris, tiene aproximadamente el tamaño de un guisante y está arriba de la uretra. Debido a que el glande es el área del clítoris con mayor inervación, es extremadamente sensible al tacto (5,6).
La función del glande es percibir sensación y estimulación. Contrario al resto del clítoris, el glande no se hincha o crece durante la respuesta sexual femenina, ya que no tiene tejido eréctil (expandible) (5).
Justo sobre o encima del glande se encuentra el prepucio del clítoris o capuchón, el cual está formado por los dos lados de los labios menores que se conectan (5). El prepucio puede variar en tamaño y grado de cobertura entre las personas (7)
Tanto la parte externa del clítoris, como el glande del clítoris y el prepucio del clítoris pueden variar en tamaño de persona a persona.
Clítoris de tamaño grande .(alargado)
Se habla de hipertrofia de clítoris cuando éste es más grande de lo normal y puede dar aspecto de pene pequeño, pudiendo provocar molestias en las relaciones sexuales.
El clítoris es un órgano genital femenino cuya parte visible es el capuchón del clítoris. En realidad lo que habitualmente denominamos clítoris es la parte visible de un órgano mucho mayor que se prolonga en profundidad hasta el hueso púbico.
Embriológicamente es homólogo al pene masculino, pero a diferencia de éste, la única función que tiene es sexual y no está involucrado en la función reproductiva. El tamaño de esta parte visible es variable, entre 2 y 6 mm de ancho, y 2 y 9 mm de longitud. Cuando supera esas medidas es cuando hablamos de hipertrofia de clítoris.
Causas de la hipertrofia del clítoris
La mayoría de las hipertrofias de clítoris son congénitas, las hipertrofias adquiridas a lo largo de la vida son muy infrecuentes. Y tanto unas como otras tienen que ver con la influencia de un exceso de hormonas virilizantes sobre los genitales.
¿Tiene tratamiento?
Sea cual sea la causa el tratamiento consiste en detectarla y tratarla para detener el crecimiento.
- En casos de hipertrofia adquirida corrigiendo el exceso de hormona que la ha provocado puede ser suficiente para que espontáneamente vuelva a su tamaño normal.
- Las hipertrofias congénitas generalmente no tienen una corrección espontánea y el clítoris permanece con un tamaño aumentado, lo cual puede afectar negativamente a nivel psicológico y físico. El exceso de tamaño puede provocar molestias por hipersensibilidad durante las relaciones sexuales. En estos casos, el tratamiento es quirúrgico mediante la extirpación del exceso de tejido y reconstrucción del clítoris para que tenga su tamaño normal, devolviéndole su funcionalidad y proporción estética.
CONFIDENCIAS
Querida .Angie
Tengo 56 años y me he casado recientemente con un viudo de 66 años. Toda mi vida me he sentido avergonzada por un clítoris muy rollizo y alargado. Siempre me he masturbado, incluso desde muy joven, frotando el eje. Siempre sentí un orgasmo en mi vagina y mi clítoris. Para mi era muy difícil tener relaciones sexuales abiertamente, mostrar mi vagina era algo que evitaba y siempre inventaba alguna excusa para evadir ,el tener Sexo oral, en los pocos intentos que hice de mostrar mi vagina, mis amantes en primera instancia y por educación reaccionaban como sino tuviera mucha importancia, sin embargo el Sexo oral era el límite ,después de apreciar mi clitoris alargado , con disculpas e incomodidad terminaban mis revolcadas , tanto así que después de varios intentos , me limité a disfrutar de mi vagina masturbandome en la soledad de mi cuarto ,afortunadamente con el tiempo conocí a mi marido. Es el primer hombre que me entiende sexualmente. Me masturba cariñosamente el clítoris, que en realidad es como un pequeño pene, mientras estoy acostada en la cama en sus brazos durante mucho tiempo. Me siento tan amada y completa y por primera vez sé lo afortunada que soy por ser diferente .
Luisa
Hola Angie
Acabo de ver la foto del hermoso clítoris de una mujer en su sección Galería de Arte Genital. Me gustaría que te pusieras en contacto con ella de mi parte y le dijeras lo fabuloso que es su hermoso clítoris. Primeramente es importante aceptarte y quererte a si misma ,Por favor, hágale saber que nunca debería haberse avergonzado de un clítoris tan maravilloso. Estoy seguro de que hay muchos hombres de mente abierta como yo a los que les encantaría hacer el amor oral a su fascinante clítoris. Me alegro mucho por ella de que haya conseguido orgasmos con su maravilloso clítoris y me alegro aún más de que haya encontrado un amante que sepa amarlo.
Carlo
Querida Angie
Por primera vez me siento identificada con alguien , este secreto que desde niña evitaba compartir, en el colegio al tener que compartir las duchas con mis compañeras en el gimnasio , era para mi muy vergonzoso. Además sentía que me gustaban las chicas y teniendo una familia muy conservadora era casi imposible, para mí expresar mi verdaderos sentimientos, cumpliendo con las expectativas de la sociedad ,me fijé en un chico y finalmente Tuve mi primera experiencia sexual ,a los veinticinco, con la posición de el misionero perdí mi virginidad, finalmente a los treinta y dos me salí del closet y conocí a una chica , que es Feliz con mi mega clítoris o mini pene como ella lo llama, creo que todos lo seres humanos necesitamos ser aceptados y amados, claro que comienza por nosotros mismos, para luego amar a otros.
Clítoris Encapuchado (prepucio del clítoris)
El glande del clítoris, su parte más externa, del tamaño de un guisante y que se encuentra situado por encima de la uretra, está rodeado por un pliegue de piel que lo protege. Ese pliegue, que, técnicamente, forma parte de la zona superior de los labios, se denomina prepucio del clítoris y se encarga de proteger las 8.000 terminaciones nerviosas del clítoris de cualquier daño, evitando, además, que se irrite.
Estas terminaciones nerviosas, que nos proporcionan placer, también pueden causar dolor, ya sea por una presión excesiva o por un golpe demasiado fuerte. Gracias al prepucio del clítoris contamos con una capa extra de protección entre el clítoris y un dedo/pene/juguete, de manera que la estimulación resulte placentera y no dolorosa. Por no mencionar que impide que esas terminaciones nerviosas se irriten durante el día como consecuencia del roce con la ropa. En algunos casos, el prepucio es apenas visible, mientras que en otros cubre totalmente el clítoris. El tamaño no importa, está ahí para hacer las cosas más fáciles.
Vale, pero ¿y si el mío es muy grande?
Todos los clítoris cuentan con un prepucio pero, como hemos dicho, existen varias formas y tamaños. Si el tuyo cubre completamente el clítoris, no te preocupes.
Lo cierto es que no hay un tamaño que se considere “normal”.
Si quieres hacerte una idea de cuál es el tamaño del tuyo, aquí tienes un buen ejemplo: piensa en el glande del clítoris como si fuera la cabeza de una persona que lleva una sudadera con capucha. En algunos casos, la capucha de la sudadera cae por detrás de la cabeza, en otros la capucha queda un poco levantada y en otros esa capucha cubre toda la cabeza.
El último ejemplo es lo que se conoce como “clítoris encapuchado” y no es nada de lo que preocuparse. No eres diferente ni una persona rara por ello y solo porque en las películas porno no aparezcan clítoris de este tipo, no quiere decir que no puedas disfrutar del sexo de la misma forma.
Entonces… ¿cómo afecta el prepucio a mi vida sexual?
Cuando te excitas, el glande de tu clítoris se llena de sangre, se hace más grande (sí, como ocurre en un pene) y, gracias al lubricante natural que produce el prepucio, éste se aparta a un lado por sí solo.
Si tienes un prepucio pequeño, probablemente no notarás que está ahí durante el acto sexual o quizás notes una mayor sensibilidad cuando el clítoris sea estimulado directamente (cada persona es diferente).
En caso de tener uno de estos dos tipos de prepucios, es posible que no se retire con facilidad, lo que podría afectar a las sensaciones que te lleguen durante su estimulación. En este caso, puede que no sientas la suficiente estimulación para llegar al orgasmo mientras el prepucio está “echado” (no te preocupes, puedes apartarlo tú misma hacia un lado) o puede que necesites de un poco más de presión sobre el clítoris y su prepucio para alcanzar el orgasmo.
Los expertos explican que todo depende de encontrar aquello que funciona con cada persona. Algunas mujeres necesitan ejercer un poco más de presión, otras retiran hacia un lado el prepucio para dejar libre el clítoris y otras prefieren acariciar a la vez prepucio y clítoris.
Saber lo que necesita el cuerpo no siempre es fácil, por lo que aquí tienes unos consejos y trucos para alcanzar el orgasmo si el prepucio de tu clítoris es grande:
Céntrate en la estimulación del clítoris más que en la penetración. Busca posturas donde tú o tu pareja sea capaz de ejercer la presión necesaria para aumentar la erección del clítoris y, en consecuencia, las sensaciones. Esto puede significar tener que utilizar tus propios dedos para retirar la parte posterior del prepucio o colocarte en una postura en la que tu pareja sea capaz de ejercer una presión directa sobre el prepucio del clítoris.
Prueba con un juguete… Si ves que no te excitas lo suficiente, prueba a incorporar un masajeador al juego sexual, o con lubricante. También puedes recurrir a un lubricante, independientemente de que estés utilizando un juguete, un dedo, o cualquier otro objeto. Un poco de lubricante extra hará que disminuyan las molestias y que aumente el placer.